¿EN QUÉ CONSISTEN?
- Los celos son un estado
afectivo caracterizado por el miedo a perder o ver reducidos el cariño y la
atención de alguien querido, porque la persona amada prefiera a otra. Este
sentimiento suele ir acompañado de envidia y resentimiento hacia quien se
percibe como rival. La persona con celos se considera menos querida que antes.
- La rivalidad entre hermanos es
algo natural e inevitable, que no tiene por qué darse del mayor al menor.
- Se suele manifestar mediante
muchas conductas: rechazo o rivalidad hacia el hermano, romperle su material y
juguetes, buscar estar con el hermano para fastidiarle, chivarse de conductas
del otro o incluso a veces llegar a las manos. Aunque vaya acompañado de un
cariño sincero. La idea romántica de dos hermanos que lo van a compartir todo
no siempre es real.
- También se muestra en una
vuelta a conductas más infantiles: imitar el lenguaje del pequeño, tartamudeo,
pedir papillas, dormir en la cuna, pedir ir a la cama de los padre, chupete,...
También, conductas como lloro frecuente y sin motivo aparente, preguntas
alusiva a sí se le quiere.
MEDIDAS
QUE PUEDEN AYUDAR
- Establecer normas claras y
concretas en casa para todos.
- Habituarles a compartir las
responsabilidades diarias.
- Propiciar actividades en las
que colaboren todos.
- "Hacer familia":
juegos en común, excursiones, viajes, tertulias,... Crear un clima familiar en
el que predomine el amor y la confianza, compartir con los hijos/as todos
los acontecimientos haciéndoles partícipes de proyectos comunes, ilusiones,
valores propios de la familia.
- Tratar con afecto y atención
frecuentes a los hijos/as para que perciban que son queridos.
- Estimular la expresión sincera
de sentimientos y emociones.
- Enseñar modales concretos:
pedir perdón, por favor, dar la gracias,...
MEDIDAS CONCRETAS
- Evitar la comparación y la
competitividad entre los hermanos.
- No tener en cuenta las
conductas impropias de su edad.
- Evitar la intromisión
frecuentes en sus conflictos, siempre que no haya agresión.
- NO prestar atención ni
"recompensar" al hermano "chivato".
- Evitar que le mayor asuma
siempre la responsabilidad del cuidado.
- Cada uno merece un trato
diferente, por tanto evitar tratar a todos por el mismo rasero, explicando el
por qué del trato diferencial.
- Fomentar la cooperación entre
los hermanos: en las tareas de la casa, recados, en situaciones de juego,...
- Respetar el espacio de juego e
intimidad de cada hijo/a.
- Animar los intereses
individuales de cada uno.
- Elogiar los comportamientos
deseados sin comparar.
- Observar y reflexionar sobre
las conductas celosas de nuestros hijos/as y reaccionar sin darles excesiva
importancia.
- Educar a los hijos/as en el
control de sus emociones: aprender a soportar pequeñas frustraciones, alegrarse
del éxito de los demás, enseñarle a aceptar sus incapacidades y dificultades
con optimismo.
¿CÓMO ACTUAR EN
SITUACIONES DE CONFLICTO?
- Conocerlas previamente y
establecer reglas para estas situaciones (comida, coche, juegos, tele, ...).
Qué está permitido y qué no, y cómo debería actuar cada niño/a de manera
concreta.
- Ignorar disputas menores.
Cuando surjan conflictos, utilizar la técnica de "cuanta atrás".
Diréis: cuento hasta 30 para que solucionéis el problema. Si no se soluciona
utilizar el "tiempo fuera", retirada de privilegios y otras medidas.
- Enseñar, en momentos de
tranquilidad, cómo resolver conflictos: cómo pedir "por favor",
llegar a un acuerdo,... e investigar quién es el culpable de las disputas, para
evitar tomar medidas siempre con el mismo.
- Puede premiarse, al principio
la colaboración y el buen comportamiento.
ANTE LA LLEGADA DE UN
NUEVO HERMANO
- Hacer partícipe a los hijos/as
de las tareas que conlleva la llegada de su hermano: preparar la cuna y habitación,
adquirir ropa,...
- Valorar a los hijos/as tras la
realización de estas tareas.
- Resaltar la importancia de
tener hermanos y de la felicidad que esto comporta con el juego, en las labores
diarias, ...
- Advertir a los familiares que
en las visitas eviten expresiones negativas del tipo: "ahora si que vas a
tener que compartir", o parecidas. Así mismo, incitarles a que sus
expresiones hagan alusión a aspectos positivos referidos al nuevo hermano:
"te vas a divertir mucho", "con un hermano vas a poder jugar cuando
se haga un poco más grande" ,...
- Debemos "evitar" con
la mayor coincidencia de iniciar en el colegio cuando nace otro hermano. Ya que
puede asociar: nace mi hermano- salgo de casa.
TRAS EL NACIMIENTO DEL
NUEVO HERMANO
- Evitar frases que recriminen
sus acciones: "no lo toques", "aléjate que no me fío de
ti", "que se te va a caer",...
- Estimular con expresiones
positivas todo acercamiento: "qué bien lo cuidas", "eres muy
responsable", "ven que lo vas a bañar muy bien",...
- Involucrar a los hermanos/as en
las tareas del cuidado, higiene, alimentación,...
- Buscar espacios para atender de
forma preferente a los hermanos en el momento del nacimiento del nuevo bebé y
el período posterior. Las personas adultas solemos dirigirnos rápida y casi exclusivamente
al recién nacido, relegando la atención a los demás hermanos, sin embargo, son
éstos los que pueden manifestar conductas celosas y no el recién nacido que no
es consciente del momento.
- Valorar a nuestros hijos negativo
sobre ellos/as./as delante de familiares y visitas, tratando de omitir todo
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