miércoles, 25 de marzo de 2015

Ejercicios de psicomotricidad



Os dejo unas recomendaciones basadas en los folletos de ayuda a padres y madres elaborado por Jesús Jarque García. También he sacado de estos folletos las recomendaciones sobre los miedos nocturnos, pesadillas, rabietas,...
Son ejercicios para trabajar la psicomotricidad gruesa de vuestros hijo/as y otros para trabajar la psicomotricidad fina.

EJERCICIOS DE PSICOMOTRICIDAD


¿QUÉ SON Y CÓMO REALIZARLOS?

- La psicomotricidad se refiere al control del propio cuerpo, bien al control de piernas, brazos, cabeza y tronco (psicomotricidad gruesa) o al control de manos y dedos (psicomotricidad fina).
- La psicomotricidad está muy relacionada con el nivel de maduración del niño. Pero en ocasiones es necesario ejercitarla para que se desarrolle.
- Presentamos una lista de ejercicios para estimular aquellos aspectos de la psicomotricidad que sean necesarios, y que pueden realizarse dentro del ámbito familiar.


EJERCICIOS DE PSICOMOTRICIDAD GRUESA

COORDINACIÓN DE PIES:
  • Subir escaleras: sujeto a la baranda y luego suelto.
  • Bajar escaleras: sujeto a la baranda y luego suelto.
  • Andar de puntillas.
  • Saltar con los dos pies, cayendo en el mismo lugar.
  • Andar sobre una línea recta manteniendo el equilibrio: se puede pintar con tiza un camino haciéndolo cada vez más sinuoso y estrecho.
  • Caminar marcha atrás manteniendo el equilibrio.
  • Andar sobre un bordillo manteniendo el equilibrio.
  • Saltar de baldosa en baldosa.
  • Andar por baldosas de dos colores (en damero) pisando solo un color.
  • Sostenerse sobre el pie derecho manteniendo el equilibrio. Después sobre el izquierdo.
  • Pasar un “circuito”, realizado en el que hay que andar, saltar, pasar a gatas, dar una voltereta.


COORDINACIÓN DE BRAZOS:

  • Botar una pelota.
  • Lanzar un objeto (una pelota) a otro: con las dos manos y luego con una mano (derecha e izquierda).
  • Recibir un objeto (una pelota, una bolsa de tela…) con las dos manos y luego con una mano (derecha e izquierda).
  • Jugar a hacer blanco sobre objetos con una pelota o bolsa de tela; por ejemplo, jugar a los bolos.

OTROS JUEGOS:


  •  Deportes en equipo o individuales: bici, patinete, raquetas…
  • Juegos tradicionales.
EJERCICIOS DE PSICOMOTRICIDAD FINA

  • Adivinar objetos con los ojos tapados, solo con el tacto.
  • Apretar con fuerza una pelotita en la mano.
  • Formar torres con bloques o juegos de construcciones.
  • Abrir y cerrar tarros o botellas.
  • Modelar con arcilla o con plastilina.
  • Actividades con plastilina: pellizcar trocitos de plastilina, hacer bolitas de pequeño tamaño, aplastar las bolitas con el dedo (primero con el índice y después con el pulgar); extender plastilina sobre alguna superficie lisa; realizar juego libre con la plastilina.
  • Actividades con papel: rasgar papel (utilizando los dedos pulgar e índice); hacer bolitas arrugando el papel, aplastar las bolitas, doblar papel, trocear papeles cada vez más pequeños…
  • Pegar pegatinas: despegar las pegatinas y pegarlas en lugares determinados o libremente.
  • Colorear: mejor empezar por espacios grandes y por cosas que les motiven e ir pasando poco a poco a espacios más reducidos. Utilizar lápices de colores y ceras gruesas, en principio es aconsejable que los utilice con forma triangular para ayudarle a sujetar los útiles de escritura correctamente.
  • Dibujar libremente: garabateo, darles un tema concreto…
  • Pintura de dedos: pintar libremente o seguir caminos que vosotros les marquéis, colorear...
  • Jugar con pinzas de la ropa: colocarlas en la ropa, en una cuerda, en un trozo de cartón…
  • Abrochar y desabrochar cremalleras, botones, cordones de zapatos…
  • Recoger objetos pequeños (botones, fichas, garbanzos) con los dedos guardándolos en la mano.
  • Pasar páginas de un libro, una a una.
  • Pulsar teclas con todos los dedos.
  • Dibujar en una hoja una especie de carretera y cortar con las tijeras por el centro.
  • Recortar figuras con tijeras.
  • Ensartar cuentas, pasta (macarrones): con lana y hacer collares…
  • Pasar un lápiz con una cinta atada por agujeros hechos en cartón, como si estuviera cosiendo.
  • Otros Juegos: Construcciones, pianos musicales, puzzles, juegos de encaje de piezas, juegos de coser, juegos de pinchitos, de enroscar tuercas y tornillos de plástico, etc,..
  • Picar líneas y siluetas con el punzón.
  • Estirar gomas elásticas, globos… 
EJERCICIOS DE IMITACIÓN Y ESTIMULACIÓN CON DEDOS Y MANOS:

- Abrir y cerrar los dedos con las palmas unidas.
- Abrir las palmas sin dejar de tocarse la yema de los dedos.
- Imitar tocar una trompeta, el piano… Imitar golpecitos sobre una mesa.
- Tocar cada dedo con los pulgares.
- Abrir y cerrar los dedos apretando una pelota de goma.
- Enrollar una pelota y ovillo con lana.
- Rodar objetos con los dedos.

Tijeras



(He encontrado esta información sobre las tijeras en la siguiente página web: http://unaterapeutatemprana.blogspot.com.es/2012/05/tijeras-i.html)


Cortar con tijeras es una habilidad que damos por sentado. Cuando vemos que un niño está  teniendo dificultades usándolas, podemos tener la tentación de reprenderle o podemos insistir en que lo haga de una u otra manera. Pero lo cierto es que cortar con tijeras requiere el control de muchas habilidades incluyendo la destreza manipulativa, la coordinación bilateral y la coordinación ojo-mano. Como muchas otras destrezas, manejar las tijeras requiere entrenamiento y práctica para poder hacerlo correctamente.
Como prerrequisito y antes de que aprenda a usar las tijeras, el niño debe tener cierta eficiencia en alguna de estas habilidades:
  • Poder usar un tenedor o cuchara.
  • Abrir y cerrar su mano.
  • Usar sus manos en una manera de líder y asistente (por ejemplo: una mano aguantando la jarra mientras la otra le quita la tapa).
  • Aislar el dedo pulgar, el índice y el corazón.
  • Estabilizar sus hombros, su antebrazo y su muñeca.
Una vez que el niño tiene estos prerrequisitos, ya está listo para iniciarse en el uso de las tijeras. Las habilidades para manejarlas se desarrollan en ocho etapas:

Etapa uno:

El niño aprende a aguantar las tijeras (18-19 meses). Inicialmente, muchos niños tratan de abrir y
cerrar las tijeras con las dos manos.




Después, los niños tratarán de poner sus dedos en los huecos. Algunas veces, pondrán el dedo índice
y el corazón en los huecos pero no el pulgar.




El agarre más eficiente es el dedo pulgar en el hueco de arriba y el dedo corazón en el hueco
de abajo (o el dedo corazón y el dedo anular dependiendo del tamaño de los huecos).
Poniendo el dedo índice debajo del hueco de abajo provee estabilidad y una guía direccional.




Si el niño no tiene la estabilización necesaria en sus hombros, sus antebrazos y su muñeca, o si las tijeras son muy grande para sus manos, tendrá que aguantar las tijeras cerca de los nudillos en vez de en las falanges distales. Aguantando las tijeras cerca de las falanges distales se tiene mejor control sobre las tijeras.





Etapa dos:

El niño aprende cómo abrir y cerrar las tijeras (20-24 meses). Una vez que el niño pueda
aguantar bien las tijeras correctamente, está listo para practicar el abrir y cerrar. En esta
etapa todavía no está listo para cortar papel. Otra cosa que los niños pueden usar para
practicar la noción de abrir y cerrar es recogiendo cosas con pinzas, usando pistolitas
de agua, pulverizadores, etc.


Etapa tres:


El niño aprende a cortar papel (24-30 meses). En esta etapa, los niños le hacen pequeños
cortes al papel. El corte no es derecho y no avanzan hacia delante. Durante esta etapa,
los niños generalmente abren y cierran la mano entera, lo que cauda un movimiento
de corte exagerado.



Etapa cuatro:

El niño aprende a hacer cortes más largos (30-36 meses). Durante esta etapa, los niños
empiezan a empujar las tijeras hacia delante para cortar papel. Para empezar, los niños
habitualmente hacen un buen entrenamiento cortando pedazos de papel grueso (como
una tarjeta de cartón). Esto permite que el niño corte el papel con un solo recorte. El
papel grueso ofrece, además, una estabilización adicional, dejando que el niño se
concentre en la manipulación de las tijeras en vez de la estabilización del papel.
En lo que el niño progresa, se puede aumentar el tamaño del papel.

Etapa cinco:

El niño corta una línea derecha (36-40 meses). En esta etapa, los niños empiezan a
controlar la dirección de las tijeras para mantenerlas cortando en una línea (imagen 1).
La manipulación del papel es, en su mayor parte, para la estabilización de las tijeras.
Las tijeras cortan mejor cuando se aguantan a 90 grados del papel (imagen 2).
Como los niños necesitan aguantar su mano con el dedo pulgar hacia arriba y
su brazo en la media posición entre pronación (palmas hacia abajo) y supinación
(palmas hacia arriba), esto requiere la estabilidad del antebrazo (imagen 3) y si no
la tenemos, el niño suele tener dificultad aguantando sus tijeras a 90 grados del
papel, lo que causa que se doble y rompa el papel (imagen 4).



Imagen 1



Imagen 2




Imagen 3



Imagen 4



Etapa seis:

El niño corta una línea torcida (40-48 meses). Ahora tiene mejor noción sobre lo
que es abrir y cerrar las tijeras. Generalmente, ya puede abrir la tijera hasta la mitad,
tendrá un corte mas suave, menos mellado y más controlado.




Etapa siete:


Supone el final de la anterior etapa (40-48 meses) y el niño ya es capaz de cortar
formas simples (círculo, cuadrado...). Una vez que el niño tenga control sobre esta
etapa, está listo para cortar varias texturas de papel y otros materiales. El papel
más fácil de cortar es el grueso, después papel más fino (como los folios) y por
último, materiales que no son papeles.




Etapa ocho:

El niño corta formas y figuras complejas (48-60 meses).





FICHAS PARA RECORTAR






¡¡¡Happy Easter!!!

                                   
Hoy hemos celebrado en el cole Happy Easter. Aquí os ponemos la canción que hemos bailado en clase. ¡Venga, probarla en casa! es muy divertida.


jueves, 12 de marzo de 2015

3. Pesadillas y terrores nocturnos






   ¿QUÉ SON LAS PESADILLAS?

- Se trata de un sueño largo y elaborado que provoca una intensa ansiedad o terror, que termina con el despertar del niño/a pasando rápidamente del estado de sueño a un estado de alerta.

- La sensación de miedo o ansiedad se prolonga una vez despierto y el niño/a se deja consolar por los padres.
- Cuando se despierta, es capaz de describir la secuencia de lo que estaba soñando con detalle.
- El contenido de los sueños suelen ser peligros físicos (ataques, persecuciones,...). En otros casos, el peligro es más sutil: fracasos personales, situaciones embarazosas,..,
- Suelen aparecer en la segunda mitad de la noche, hacia el amanecer.
- Predomina entre los 8-10 años.



¿QUÉ LAS PUEDE FAVORECER?

- La presencia de pesadillas de manera esporádica es algo completamente normal y no debe alarmar a los padres.
- En ocasiones, puede estar relacionado con algo que ha causado inquietud en el niño/a: programa de televisión, historias de miedo, angustias de los padres,...
- Los niños/as inseguros son más propensos.
- También son más frecuentes en niños/as sometidos a un estrés psicológico y social intenso.


¿CÓMO TRATAR LAS PESADILLAS?

- Cuando ocurre una pesadilla, los padres deben centrarse entranquilizar al niño/a y darle seguridad si se despierta.
- NO debemos llevarlo a la cama de los padres porque los acostumbramos y estropeamos un buen hábito del sueño
- Tampoco debemos hablar del contenido del sueño en el momento ni encender la luz. El contenido lo comentaremos durante el día.
- Evitar la excitación excesiva: programas violentos, historias de miedo,...
- Si el contenido del sueño se repite con frecuencia, investigar qué le provoca la ansiedad, tratar de hablar sobre ello y serenarlo.

¿QUÉ SON LOS TERRORES NOCTURNOS?

- El niño/a comienza a gritar y llorar angustiosamente en medio de un sueño. manifestando miedo intenso, como si viese algo terrorífico, siendo muy difícil despertarlo o calmarlo.
- En ocasiones, el niño/a se despierta bruscamente, no suele reconocer a los que le rodean, no recuerda nada del contenido del terror o sólo imágenes fragmentadas.
- En todo caso, a la mañana siguiente, no recuerda nada de lo ocurrido.
- Se suelen producir en la primera mitad de la noche. Duran de uno a diez minutos.
- Suelen aparecer alrededor de los 2 ó 3 años, predominando entre los 4 y 7 años.



¿QUÉ LAS PUEDE FAVORECER?

- Llegar a la noche demasiado cansado puede provocar un sueño muy profundo, donde se producen los terrores nocturnos.
- También suele haber antecedentes familiares de terrores nocturnos o sonambulismo.
- Sólo en algunos casos muy poco probables, están relacionados con problemas psicológicos del niño/a.

¿CÓMO TRATAR LOS TERRORES NOCTURNOS?

- Lo primero que hay que saber es que no producen sufrimiento en el niño/a, ni son debidos a psicopatología ni a acontecimientos terribles en sus vidas.
- Cuando ocurran, los padres deben centrarse en estar junto al niño/a, intentar tranquilizarle (aunque suele ser inútil) y dejarlo dormir al terminar el episodio.
- Normalizar las pautas de sueño: evitar que llegue excesivamente cansado a la noche; una pequeña siesta suele ser útil.
- Suelen desaparecer en la adolescencia.



¿EN QUÉ SE DIFERENCIAN LAS PESADILLAS DE LOS TERRORES NOCTURNOS?

- En las pesadillas el niño/a recuerda a la mañana siguiente el contenido del sueño, en los terrores nocturnos no recuerda nada de lo soñado.
- En las pesadillas el niño/a se suele despertar y se deja calmar por los padres. En los terrores nocturnos no suele despertarse y los intentos de calmarlo suelen ser inútiles.
- Los terrores nocturnos suelen ocurrir en la primera mitad de la noche, en la fase más profunda del sueño. Las pesadillas, son más frecuentes en la segunda mitad de la noche.


¿CUÁNDO CONSULTAR A UN ESPECIALISTA?

- El criterio para consultar a un especialista suele ser que alguna de las dos perturbaciones afecten a las actividades habituales del niño/a o estén produciendo un malestar significativo.
- Por ejemplo, que sea un impedimento para poder ir de excursión, que le esté provocando miedo y preocupación a quedarse dormido,...
- Si se cumple alguno de estos criterios o son demasiado frecuentes, es conveniente consultar a un especialista para determinar si hay alguna otra problemática de tipo psicológico.

2. Miedo a la oscuridad





¿QUÉ SON?

Hay que saber diferenciar entre los que presentan un miedo a la oscuridad generalizado, y los que presentan ese miedo, especialmente a la hora de ir a dormir.

MIEDO A LA OSCURIDAD GENERALIZADO:

-Éste consiste en sentir miedo a pasar o permanecer en lugares oscuros o poco iluminados, incluso de día. Esa sensación puede ser tan fuerte que sean incapaces de pasar o permanecer en lugares oscuros. Por ejemplo: es el caso del niño/a que estando toda la familia viendo la tele por la noche, es incapaz de ir al baño sólo/a.
- Estos niños/as también tienen miedo a la hora de dormir.

MIEDO A LA HORA DE DORMIR:

- El miedo sólo a la hora de dormir, está relacionado con un mal hábito del sueño. El niño/a ha aprendido a dormir con la luz encendida o en presencia de los padres.
- El miedo a la hora de dormir es normal, suele aparecer a partir de los 2 ó 3 años. A los 3 años suele temer ver animalitos salvajes en la habitación. A los 6 años, temen que haya alguien oculto bajo la cama. A los 7 temen sombras, ladrones, espías,...
- Este miedo puede verse reforzado por escenas vividas durante el día: programas de televisión, historias de miedo,...
- Cuando es un mal hábito de dormir, pondrá otras excusas si la del miedo no es eficaz: dirá que le duele algo, que tiene sed, vomitará,...y sólo siente miedo a la oscuridad cuando se va a la cama, durante el resto del día no.

¿CÓMO TRATAR EL MIEDO A LA HORA DE DORMIR?

- Cuando se trate de miedo sólo a la hora de dormir, de lo que se trata en realidad es de enseñar al niño/a a dormir correctamente. Esto significa, que el niño/a tiene que aprender a dormirse sólo, sin la ayuda de nadie, en su cama y con la luz apagada, tanto al comienzo de la noche como si se despierta durante la misma.
- Para enseñar el hábito de dormir, lo más eficaz es el Método del Doctor Eduard Estivill. Para ello, aconsejamos la lectura del libro: "Duérmete, niño", para niños/a menores de 6 años, y el libro del mismo autor "Vamos a la cama", para niños/as a partir de los 6 años.
- El método se ha demostrado eficaz, si se aplica correctamente, en el 96% de los casos. Además es muy sencillo, rápido de leer y económico.

EJERCICIOS PARA TRABAJAR EL MIEDO A LA OSCURIDAD

- Los padres deben reconocer y hablar sobre el miedo sin ridiculizarlo.
- Averiguar qué cree el niño/a que sucede en la oscuridad. Para ello, los padres debéis sentaros con él/ella en la habitación a oscuras, animándole a que muestre qué le da miedo.
- Evitar sobre protegerlo.
- Se pueden dar algunas ayudas, como una linterna.
- También puede ayudar practicar algunos de los juegos siguientes:

Juego: "seguir al jefe": El padre o la madre es el jefe y el niño/a le sigue por todas las partes, tanto por sitios oscuros como luminosos. Al principio entra y sale de sitios oscuros; después aumenta el tiempo que tanto el jefe como el seguidor pasa en la oscuridad. Más adelante se intercambian los papeles.

Juego: "policías y ladrones": El padre o madre se esconde y el niño/a tiene un tiempo para encontrarlo. Si no lo encuentra, el punto es para el "ladrón". Se intercambien los papeles.

Juego: "cronómetro en la oscuridad": El niño/a se queda en la habitación. Los padres le dicen: "vamos a salir de la habitación y cerramos la puerta. Cuando digas ¡tiempo! apagas la luz y cuando tengas miedo la enciendes". Cuando vean en la rendija que apaga la luz, se pone el cronómetro en marcha, cuando encienda la luz, se para el cronómetro y se anota el tiempo en un gráfico hecho en cartulina. Se le dice el tiempo que ha aguantado y se repite la operación una vez cada tres días, aproximadamente. Nunca se le regañará por encender la luz antes de tiempo.